El precio de la gasolina superó la barrera de los 20 pesos pero el mercado de la gasolina se está volviendo más competitivo en el país porque cada vez son más las empresas internacionales que miran con buenos ojos el desarrollo del comercio de los combustibles mexicanos, lo que podría significar que Pemex continúe perdiendo terreno en el monopolio que tenía en el sector de las estaciones de servicio.
Para finales del año 2016 Petróleos Mexicanos contaba con el 92% del mercado de las estaciones del servicio del país, justo antes de que se iniciara la continua y creciente presencia de marcas privadas en este sector.
Actualmente, según la Comisión Reguladora de Energía (CRE) en México existen 11.774 estaciones de servicio de las cuales 9.540 pertenecen a Pemex, representando el 81% del total, lo que representa una caída de 11% en apenas dos años.
Los planes de expansión y penetración de empresas internacionales siguen adelante, como es el caso de la española Repsol, que recientemente ha anunciado sus intenciones de tener entre el 8% y el 10% del mercado para el año 2022.
Para lograr su meta planean abrir entre 200 y 250 gasolineras por año iniciando con una inversión de 8 mil millones de pesos, mientras que para los próximos cinco años tienen previsto invertir cerca de 400 millones de euros.
Actualmente cuentan con 10 estaciones ya en funcionamiento pero según voceros de la empresa han recibido propuestas de empresarios mexicanos para establecer relaciones que permitan extender la red.
Repsol distribuye el combustible que compra a Pemex pero lo enriquece con un aditivo que denominado NeoTech, mismo que permite mantener limpio el sistema de alimentación pero tener un elevado nivel de detergencia.
Igualmente, en condiciones similares se encuentra la estadounidense ExxonMobil, pues la petrolera busca ampliar la importación tanto de diésel como gasolina desde su país con la intención de abrir unas 60 estaciones de servicio antes de que finalice abril.
Según directivos de la compañía el año pasado la empresa ya habría anunciado una inversión de 300 millones, misma que le permitió ingresar al mercado mexicano y actualmente contar con 30 estaciones en Querétaro.
ExxonMobil trae directamente desde Texas el diésel que comercializan a través de trenes y lo depositan en los terminales de Querétaro, San Luis Potosí y Guanajuato.
Otras marcas como Total, G500, Gulf y Mobil igualmente se encuentran trabajando en sus planes de expansión dentro del país, destacando el caso de G500 por ser uno de los más retador a corto plazo, pues esperan llegar a 1.400 gasolineras este año cuando actualmente cuentan con 50, distribuidas en 12 estados del país.
Por su parte, Total espera lograr la meta de 250 estaciones en el país a corto plazo y luego se tomará el tiempo para evaluar el siguiente paso en el proceso de expansión, en conjunto con el grupo nacional Gasored. Shell por lo pronto tiene planificado desembolsar unos mil millones de dólares en los próximos 10 años.
Igualmente BP que arribó el año pasado al país ya cuenta con 94 estaciones y espera ampliarse en los los próximos cinco años y busca que mil gasolineras de Pemex cambien a su bandera.
En lo que concuerdan la mayoría de las empresas es que el país debe mejorar en torno a una infraestructura confiable, misma que permita aumentar el ritmo de la distribución, pues el caso del robo de combustible es un tema que preocupa en gran magnitud a estas firmas internacionales, pues se calcula que hay una perforación ilegal cada 90 minutos en México.
Según fuentes oficiales, en los últimos cinco años el robo de este tipo de hidrocarburos ha retomado su escalada y aumentado en torno al 79%, pues Pemex ha logrado contabilizar más de 28 mil tomas clandestinas en todo el país.
Pese a estas dificultades el panorama para el mercado de los hidrocarburos, especialmente para la gasolina y el diésel es alentador y promete ser una fuente considerable de ingresos al país.
Redacción: Economexico.com